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Estoy muy contenta de tener un maquillador. Me cuesta ir a la escuela cuando tengo manchas y cosas así, así que todavía no entiendo cómo me puse delante de una cámara y lo hice. Casi tengo un momento de locura cada vez que lo hago. Es difícil y da miedo y esperas que la gente no se fije en tus defectos, sobre todo cuando además estás en 3D.