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Para hacer bien la vida, tienes que sentir que creces hasta el día de tu muerte. De lo que estoy más orgulloso es de haber mantenido la curiosidad. Tengo toda la intención, cuando esté en mi lecho de muerte, de decir: "¡Dios mío, ya lo entiendo!".
Para hacer bien la vida, tienes que sentir que creces hasta el día de tu muerte. De lo que estoy más orgulloso es de haber mantenido la curiosidad. Tengo toda la intención, cuando esté en mi lecho de muerte, de decir: "¡Dios mío, ya lo entiendo!".