No se nos responsabiliza de cómo la economía asola el Congo. Los gobiernos no rinden cuentas de las políticas exteriores que ejercen allí. No existen estructuras institucionales para hacer justicia. La prensa es muy limitada. Hay muy poca transparencia. Se encuentra una simetría en ciertas tendencias humanas básicas, y estas tendencias no siempre son nobles o bellas. Creo que tenemos el instinto de apartarnos de eso, de no reconocerlo, aunque es algo que forma parte de nosotros. Hay cierto lado trágico y triste en la naturaleza humana que, en nuestra búsqueda de la belleza, ignoramos.