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Si puedes forzar tu corazón, tus nervios y tus tendones para servir a tu turno mucho después de que se hayan ido, y así aguantar cuando no haya nada en ti excepto la voluntad que les dice: "¡Aguanta!
Si puedes forzar tu corazón, tus nervios y tus tendones para servir a tu turno mucho después de que se hayan ido, y así aguantar cuando no haya nada en ti excepto la voluntad que les dice: "¡Aguanta!