Diversos estudios demuestran que el lugar donde creces y la edad a la que te trasladas a las afueras o a un barrio que, en general, parece tener mejores condiciones pueden afectar realmente a los resultados de un niño. Los niños que se mudaron a una edad temprana son mucho mejores de adultos. Ganan un 30% más, tienen un 27% más de probabilidades de ir a la universidad, en comparación con los niños que se quedaron en los proyectos de vivienda pública de alta pobreza. Así que hay pruebas científicas claras de que se pueden cambiar los resultados de los niños sólo por el lugar donde crecen.