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Nunca, nunca pude hablar con mi padre. Le quería de verdad, pero no podíamos hablar de nada juntos. Había una cosa muy británica que era que ser remotamente emocional estaba absolutamente prohibido.
Nunca, nunca pude hablar con mi padre. Le quería de verdad, pero no podíamos hablar de nada juntos. Había una cosa muy británica que era que ser remotamente emocional estaba absolutamente prohibido.