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Siempre me ha gustado actuar, pero hay una parte de mí que rehúye la vida de famoso. No me siento cómodo siendo el centro de atención todo el tiempo. A veces incluso fantaseo con hacer otras cosas que no sean actuar. Pero recuerdo estar de vuelta en el plató el tercer día de mi último proyecto y decir: "Ahh, esto es lo que tengo que hacer para ganarme la vida". Es lo que me hace feliz.