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Lo que me saca de quicio es que tenemos a estos depredadores sexuales en serie, que volvieron a contratar a mujeres cuyas carreras fueron arruinadas por hombres que las acosaron o agredieron y son personas de alto perfil, y al día siguiente los medios de comunicación están hablando de quién va a volver a contratarlas. Y yo digo: ¿A quién le importa? ¿Por qué serían deseables de nuevo? Quiero decir, estoy a favor de los regresos, pero ¿qué pasa con las mujeres? ¿No deberíamos volver a ellas primero? Les quitaron el sueño americano.