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Siempre intentaba actuar, pero nunca con el sueño de estar en el escenario. El escenario estaba donde yo estuviera en ese momento. Tuve la suerte de que el departamento de educación de Sydney tenía un programa en el que podías probarte para estos conjuntos, algo así como deportes extraescolares, pero para niños dramáticos. Entré en ese sistema, que me llevó hasta el instituto.