Para mí, la diferencia es bella, no hay una sola belleza, y en una colección siempre me gusta mostrar direcciones mixtas. Cuando observas a las personas o las cosas, hay todos esos códigos y normas que entran en juego en torno a lo que se considera feo o bello, y yo siempre lo he cuestionado. Cuando eres niño, no estás condicionado, no ves la perversidad, hay un estado de inocencia en el que todo es bello, ves lo diferente....Tengo suerte porque ahora hago lo que soñaba hacer de niño, y me gusta pensar que he conservado un estado mental infantil.