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De alguna manera, en el formato de novela, no me gusta mucho hacer una discusión ideológica frontal. En el fondo, la literatura sigue siendo un medio poético y ambiguo. Por otro lado, me formé como documentalista en la escuela de cine, así que mis películas reflejan mucho la realidad y los problemas sociopolíticos. Diría que son menos sutiles.