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En lugar de decirle a la gente lo que debe hacer, tiene más sentido servirles de inspiración. No soy perfecto ni mucho menos. He cometido algunas estupideces, y soy muy consciente de ello. En los tiempos que corren, hay que tener sentido del humor y, al mismo tiempo, ser mucho más consciente de que hay que asumir la responsabilidad de los actos. Para mí, se trata de mantenerme en el camino. Si me resbalo, no pasa nada; hay que levantarse y seguir concentrado.