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Creo que en la ficción estadounidense estamos saliendo de un periodo de intensa ironía, y eso me alegra mucho. Creo que la ironía está bien por sí misma, pero no debería ser la única razón para escribir un libro. Ha sido una visión irónica del mundo: es la mejor manera en que puedo describirlo. Me gusta la seriedad. Siento que hay una nueva ola de seriedad y me alegraría ser una pequeña parte de ella.