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En los viejos tiempos, ellos, los promotores, querían más y más de mí. Querían que saltara o que derramara mi sangre y me rompiera los huesos. Cada vez querían que saltara más, y más, y más. Demonios, pensaban que mi moto tenía alas.
En los viejos tiempos, ellos, los promotores, querían más y más de mí. Querían que saltara o que derramara mi sangre y me rompiera los huesos. Cada vez querían que saltara más, y más, y más. Demonios, pensaban que mi moto tenía alas.