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Imagino que una de las razones por las que la gente se aferra a sus odios con tanta obstinación es porque intuyen que, una vez que el odio desaparezca, se verán obligados a lidiar con el dolor.
Imagino que una de las razones por las que la gente se aferra a sus odios con tanta obstinación es porque intuyen que, una vez que el odio desaparezca, se verán obligados a lidiar con el dolor.