-
La verdad, como el jugo de la adormidera, en pequeñas cantidades calma a los hombres; en mayores, los calienta e irrita, y en exceso va acompañada de consecuencias fatales.
La verdad, como el jugo de la adormidera, en pequeñas cantidades calma a los hombres; en mayores, los calienta e irrita, y en exceso va acompañada de consecuencias fatales.