-
No tengo que dar la vuelta al mundo o estar en un yate en el Mediterráneo para ser feliz. Puedo encontrarla en las pequeñas cosas, como mirar al jardín de mi casa y ver ciervos en el campo.
No tengo que dar la vuelta al mundo o estar en un yate en el Mediterráneo para ser feliz. Puedo encontrarla en las pequeñas cosas, como mirar al jardín de mi casa y ver ciervos en el campo.