-
Cuando fui a Australia, fui a bucear con tiburones. Fue una locura. Lo llamaban buceo "extremo" porque, aunque estábamos en jaulas, podíamos tocar literalmente a los tiburones que pasaban nadando. Eran enormes y a mí me aterrorizan los tiburones. Luego fui a un parque de animales salvajes y cogí canguros. Estuvo muy bien.