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Entonces, ¿en qué momento cabe esperar la llegada del peligro? Yo respondo: si alguna vez nos alcanza, debe surgir entre nosotros. No puede venir del exterior. Si la destrucción es nuestra suerte, nosotros mismos debemos ser su autor y consumador. Como nación de hombres libres, debemos vivir a través de todos los tiempos, o morir por suicidio.