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Una vez acordado el precio que tú y los tuyos debéis pagar por el éxito, te permite ignorar las pequeñas heridas, la presión del adversario y los fracasos temporales.
Una vez acordado el precio que tú y los tuyos debéis pagar por el éxito, te permite ignorar las pequeñas heridas, la presión del adversario y los fracasos temporales.