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Una cosa que detesto, tengo que decir, es cuando un zapato es demasiado blando, y se amolda al pie. Esto es bastante desagradable. Y realmente, detesto los zapatos increíblemente largos, en los que la horma es muy puntiaguda, casi como Aladino.
Una cosa que detesto, tengo que decir, es cuando un zapato es demasiado blando, y se amolda al pie. Esto es bastante desagradable. Y realmente, detesto los zapatos increíblemente largos, en los que la horma es muy puntiaguda, casi como Aladino.