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Quería llevar la armadura más impenetrable jamás conocida por la humanidad. 'Hola, Sr. Rotten...' No puedes decir nada de mí. No puedes menospreciarme de ninguna forma, estoy podrido hasta la médula... ya sabes, ¿qué te queda? ¿Complacencias? Supongo que el peor insulto que podrías lanzarme es "Oh, es realmente agradable, él".