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Constrúyeme un hijo, Señor, que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil, y lo bastante valiente para enfrentarse a sí mismo cuando tenga miedo, que sea orgulloso e indoblegable en la derrota honesta, y humilde y gentil en la victoria.
Constrúyeme un hijo, Señor, que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil, y lo bastante valiente para enfrentarse a sí mismo cuando tenga miedo, que sea orgulloso e indoblegable en la derrota honesta, y humilde y gentil en la victoria.