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Lo primero que puedo decir de mí es que nací. Son palabras maravillosas. Esta vida, a la que ni el tiempo ni la eternidad pueden disminuir, esta eterna alma viviente, comenzó. Mi mente se pierde en estas profundidades.
Lo primero que puedo decir de mí es que nací. Son palabras maravillosas. Esta vida, a la que ni el tiempo ni la eternidad pueden disminuir, esta eterna alma viviente, comenzó. Mi mente se pierde en estas profundidades.