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Me gusta el concepto de vestir a la gente. Antes no me importaba si la gente compraba la ropa o no, pero ahora me gusta. Yo no lo calificaría de comercialismo; es más bien que hago este trabajo porque quiero que la gente lo lleve.
Me gusta el concepto de vestir a la gente. Antes no me importaba si la gente compraba la ropa o no, pero ahora me gusta. Yo no lo calificaría de comercialismo; es más bien que hago este trabajo porque quiero que la gente lo lleve.