Autores:
  • Gran parte de la vida cotidiana está llena de oportunidades para distraerse. Nuestras posesiones... diversiones... preocupaciones y ansiedades... e incluso el deseo apasionado y la búsqueda de cosas, algunas buenas y otras no tan buenas, pueden mantener nuestras mentes y corazones atrapados en una ráfaga de actividad.