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Aprendí que podemos hacer cualquier cosa, pero no podemos hacerlo todo... al menos no al mismo tiempo. Así que piensa en tus prioridades no en términos de qué actividades haces, sino de cuándo las haces. El tiempo lo es todo.
Aprendí que podemos hacer cualquier cosa, pero no podemos hacerlo todo... al menos no al mismo tiempo. Así que piensa en tus prioridades no en términos de qué actividades haces, sino de cuándo las haces. El tiempo lo es todo.