-
Nadie más puede arriesgarse por nosotros, ni afrontar nuestras pérdidas en nuestro nombre, ni darnos autoestima. Nadie puede librarnos de las hondas y flechas de la vida, y cuando llega la muerte, nos enfrentamos a ella solos.
Nadie más puede arriesgarse por nosotros, ni afrontar nuestras pérdidas en nuestro nombre, ni darnos autoestima. Nadie puede librarnos de las hondas y flechas de la vida, y cuando llega la muerte, nos enfrentamos a ella solos.