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Pero hay una incomodidad que rodea al duelo. Hace que incluso las personas mejor intencionadas no sepan qué decir. Y muchos de los que acaban de perder a un ser querido acaban sintiéndose aún más solos.
Pero hay una incomodidad que rodea al duelo. Hace que incluso las personas mejor intencionadas no sepan qué decir. Y muchos de los que acaban de perder a un ser querido acaban sintiéndose aún más solos.