-
Cuanto más raro te comportes, más normal debes parecer. También funciona a la inversa. Cuando veo a un chico con tres o cuatro anillos en la nariz, sé que no hay absolutamente nada extraordinario en esa persona.
Cuanto más raro te comportes, más normal debes parecer. También funciona a la inversa. Cuando veo a un chico con tres o cuatro anillos en la nariz, sé que no hay absolutamente nada extraordinario en esa persona.