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Y te ruego, amado Jesús, que así como me has concedido beber con deleite las palabras de tu ciencia, así me concedas misericordiosamente llegar un día a Ti, fuente de toda sabiduría y comparecer para siempre ante tu rostro.
Y te ruego, amado Jesús, que así como me has concedido beber con deleite las palabras de tu ciencia, así me concedas misericordiosamente llegar un día a Ti, fuente de toda sabiduría y comparecer para siempre ante tu rostro.