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Diariamente, constantemente, elegimos con nuestros deseos, nuestros pensamientos y nuestras acciones si queremos ser bendecidos o maldecidos, felices o desgraciados.
Diariamente, constantemente, elegimos con nuestros deseos, nuestros pensamientos y nuestras acciones si queremos ser bendecidos o maldecidos, felices o desgraciados.