-
Mientras las leyes sigan siendo como son hoy, emplead alguna discreción: la opinión ruidosa nos obliga a ello; pero en la intimidad y en el silencio compensémonos por esa cruel castidad que estamos obligados a exhibir en público.
Mientras las leyes sigan siendo como son hoy, emplead alguna discreción: la opinión ruidosa nos obliga a ello; pero en la intimidad y en el silencio compensémonos por esa cruel castidad que estamos obligados a exhibir en público.