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La duda, consentida y acariciada, corre el peligro de convertirse en negación; pero si es honesta, y se empeña en una investigación minuciosa, pronto puede conducir al pleno establecimiento de la verdad.
La duda, consentida y acariciada, corre el peligro de convertirse en negación; pero si es honesta, y se empeña en una investigación minuciosa, pronto puede conducir al pleno establecimiento de la verdad.