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Podemos estar cansados, fatigados y emocionalmente angustiados, pero después de pasar tiempo a solas con Dios, descubrimos que Él inyecta en nuestro cuerpo energía, poder y fuerza.
Podemos estar cansados, fatigados y emocionalmente angustiados, pero después de pasar tiempo a solas con Dios, descubrimos que Él inyecta en nuestro cuerpo energía, poder y fuerza.