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Los hombres cambian, y el cambio llega como un vientecillo que alborota las cortinas al amanecer, y llega como el sigiloso perfume de las flores silvestres escondidas en la hierba.
Los hombres cambian, y el cambio llega como un vientecillo que alborota las cortinas al amanecer, y llega como el sigiloso perfume de las flores silvestres escondidas en la hierba.