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Cuando nos ponemos un guante para jugar en el jardín, cuando vemos un partido de béisbol o simplemente cuando recordamos nuestros días en el béisbol, volvemos a ser jugadores, siempre jóvenes.
Cuando nos ponemos un guante para jugar en el jardín, cuando vemos un partido de béisbol o simplemente cuando recordamos nuestros días en el béisbol, volvemos a ser jugadores, siempre jóvenes.