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En cuanto te preocupas por lo "bueno" y lo "malo" de tus semejantes, creas una abertura en tu corazón para que entre la malicia. Probar, competir y criticar a los demás te debilita y te derrota.
En cuanto te preocupas por lo "bueno" y lo "malo" de tus semejantes, creas una abertura en tu corazón para que entre la malicia. Probar, competir y criticar a los demás te debilita y te derrota.