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Es divertido, pero la diversión está donde siempre ha estado. Sigue siendo divertido ponerme la correa de mi Les Paul en el sótano y subir el volumen del amplificador Marshall. Todavía tengo 15 años. Sigo disfrutando tanto como siempre.
Es divertido, pero la diversión está donde siempre ha estado. Sigue siendo divertido ponerme la correa de mi Les Paul en el sótano y subir el volumen del amplificador Marshall. Todavía tengo 15 años. Sigo disfrutando tanto como siempre.