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Mis canciones son mis hijos. Algunas se quedan conmigo, otras tengo que enviarlas a la guerra. Puede sonar estúpido e incluso ingenuo, pero así son las cosas.
Mis canciones son mis hijos. Algunas se quedan conmigo, otras tengo que enviarlas a la guerra. Puede sonar estúpido e incluso ingenuo, pero así son las cosas.