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  • A veces hay que desconectar para seguir conectado. ¿Recuerdas los viejos tiempos en los que había contacto visual durante una conversación? ¿Cuando todo el mundo no miraba el dispositivo que tenía entre las manos? Nos hemos centrado tanto en esa pequeña pantalla que nos olvidamos de lo importante, de las personas que tenemos delante.