-
Hay que seguir enviando obras; nunca hay que dejar que un manuscrito no haga más que comerse la cabeza en un cajón. Envía esa obra una y otra vez, mientras trabajas en otra. Si tienes talento, obtendrás cierto éxito, pero sólo si persistes.
Hay que seguir enviando obras; nunca hay que dejar que un manuscrito no haga más que comerse la cabeza en un cajón. Envía esa obra una y otra vez, mientras trabajas en otra. Si tienes talento, obtendrás cierto éxito, pero sólo si persistes.