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  • Siempre hay algo que hacer. Hay hambrientos a los que alimentar, desnudos a los que vestir, enfermos a los que consolar y curar. Y aunque no espero que salves el mundo, creo que no es mucho pedir que ames a aquellos con los que duermes, que compartas la felicidad de aquellos a los que llamas amigos, que te comprometas con aquellos de entre vosotros que son visionarios y que apartes de tu vida a aquellos que te ofrecen depresión, desesperación y falta de respeto.