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  • He conocido a creyentes muy inteligentes, pero la historia no dice que conocieran o comprendieran la mente de Dios. Sin embargo, esta es precisamente la cualificación que el piadoso debe afirmar -tan modesta y humildemente- poseer. Ya es hora de retirar nuestro "respeto" a afirmaciones tan fantásticas, todas ellas encaminadas a ejercer poder sobre otros seres humanos en el mundo real y material.