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Mira cómo trepan estos monos veloces. Trepan unos sobre otros y así se arrastran unos a otros al fango y a la profundidad. Todos quieren llegar al trono: ésa es su locura, como si la felicidad se sentara en el trono. A menudo, el barro se sienta en el trono, y a menudo el trono también en el barro. Locos me parecen todos, monos trepadores y sobreactuados. Fétido huele su ídolo, el monstruo frío: fétidos, me huelen del todo, estos idólatras.