-
Nunca podemos juzgar la vida de los demás, porque cada persona sólo conoce su propio dolor y su propia renuncia. Una cosa es sentir que estás en el buen camino y otra pensar que el tuyo es el único.
Nunca podemos juzgar la vida de los demás, porque cada persona sólo conoce su propio dolor y su propia renuncia. Una cosa es sentir que estás en el buen camino y otra pensar que el tuyo es el único.