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Vienes del Señor Adán y de la Dama Eva", dijo Aslan. "Y eso es honor suficiente para erguir la cabeza del más pobre mendigo, y vergüenza suficiente para inclinar los hombros del más grande emperador de la tierra. Conténtate.
Vienes del Señor Adán y de la Dama Eva", dijo Aslan. "Y eso es honor suficiente para erguir la cabeza del más pobre mendigo, y vergüenza suficiente para inclinar los hombros del más grande emperador de la tierra. Conténtate.