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A menudo me preguntan por qué mi estilo es tan sencillo. De hecho, es engañosamente sencillo, porque no hay dos frases iguales. Lo que pretendo es claridad, no sencillez. Por supuesto, hay gente que quiere que la literatura sea difícil y hay escritores a los que les gusta hacer trabajar y sudar a sus lectores. Así esperan que se les tome más en serio. Yo siempre he intentado conseguir una prosa fácil y conversacional. Y quienes piensen que esto es sencillo, que lo prueben por sí mismos.