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Quizá, al fin y al cabo, la imaginación era la más poderosa de todas las armas. Fue la imaginación de la raza humana la que le permitió soñar con una vida más allá de las frías cavernas y con un posible futuro en las estrellas.
Quizá, al fin y al cabo, la imaginación era la más poderosa de todas las armas. Fue la imaginación de la raza humana la que le permitió soñar con una vida más allá de las frías cavernas y con un posible futuro en las estrellas.