Si alguien me preguntara si lo más importante para un matrimonio es la capacidad de comunicación o la mansedumbre, respondería que la mansedumbre, sin duda alguna. Puedes ser un excelente comunicador pero no tener la humildad de preguntar: "¿Soy yo? Las habilidades de comunicación no sustituyen los atributos de Cristo. Como el Dr. Douglas Brinley ha observado, 'Sin perspectivas teológicas, los ejercicios seculares diseñados para mejorar nuestra relación y nuestras habilidades de comunicación (las herramientas comunes de los consejeros y libros matrimoniales) nunca obrarán ningún cambio permanente en el corazón de uno: ¡simplemente desarrollan luchadores más astutos y hábiles!